Samuel Farber *
Havana Times
En Cuba el multipartidismo es una cuestión muy controvertida con la que solo unos pocos críticos de izquierda del régimen cubano han querido lidiar. Me parece necesario profundizar en ese tema para aclarar mucha de la confusión existente alrededor de ese tópico.
Vayamos por partes: en primer lugar, la abolición del unipartidismo cubano no es la misma cuestión que el sistema político que lo reemplazaría, tenga este muchos o ningún partido político. En realidad el PCC no es un partido – lo que implicaría la existencia de otros partidos – si no un monopolio político, social y económico de la sociedad cubana. Este monopolio – refrendado por la Constitución del país – se basa, entre otros mecanismos autoritarios, en el control de la sociedad a través de las así llamadas organizaciones de masas que funcionan como correas de transmisión de las decisiones tomadas por el PCC.