El primer semestre de 2017 habrá sido el escenario de los respectivos congresos de los partidos con mayor envergadura en el arco parlamentario español. El primero en celebrarlo fue Ciudadanos, a comienzos de febrero. Una semana después, y al unísono, lo hicieron el PP y Podemos. Y el PSOE presumiblemente llevará a cabo unas elecciones primarias en mayo y su congreso en junio.
En la actual coyuntura hispana, que es de desequilibrio, confrontación e incertidumbre desde que en 2014 los Indignados irrumpieron en la política institucional por medio de Podemos, estos eventos equivalen, en primer lugar, a los imprescindibles descansos de los púgiles entre asalto y asalto. En ellos hacen recuento de sus fuerzas y las reorganizan, estudian nuevas estrategias, y se oxigenan. Por eso, en segundo lugar, constituyen una buena ocasión para conocer mejor su papel en el conflicto. Y, en consecuencia, finalmente pueden ser decisivos para el desarrollo posterior del mismo.
Leia o texto na íntegra no blog Historia del presente, historia para todos de Domingo Marrero.